Es por lo que
hay que abrir el libro y sopesar cuidadosamente cuanto sea deducido. Entonces
reconoceréis que la droga contenida en su interior era muy diferente a lo que
prometía su estuche; es decir que las materias aquí tratadas no eran tan
disparatadas como podría inferirse del título que las encabeza.
RABELAIS.
Próxima muerte del materialismo — La síntesis — La ciencia
oculta — Las sociedades secretas — Los cultos — El pueblo, órgano de transmisión
del esoterismo — Los bohemios — La palabra sagrada de la masonería — Nuestro
trabajo.
Estamos en la víspera de una transformación total de
nuestros métodos científicos. El materialismo ha dado cuanto era posible
esperar de él y los investigadores, desilusionados en su mayoría, esperan del
porvenir lo suficiente como para no descansar por más tiempo sobre los errores
del presente. El análisis ha sido llevado, en todas las ramas de nuestros
conocimientos, tan lejos como era posible; lo cual no ha hecho más que
aumentar la profundidad de los barrancos que separan las ciencias.
La síntesis es necesaria; mas, ¿cómo realizarla? Si
nos dignamos abandonar por un instante nuestra creencia en el progreso
indefinido y en la superioridad fatal de las nuevas generaciones sobre las
antiguas, descubriremos fácilmente que las colosales civilizaciones del pasado
tuvieron también una ciencia, universidades y escuelas.
La India y el Egipto están todavía sembradas de
restos preciosos, que revelan al arqueólogo la existencia de esta ciencia antigua.
En la actualidad nos hallamos en condiciones para
afirmar que la característica dominante de esta enseñanza era la síntesis, la
cual reunía en algunas leyes muy simples la suma de todos los conocimientos
adquiridos.
Es importante enumerar las causas que nos han hecho
perder esta síntesis, casi por completo.
Antiguamente la ciencia era enseñada a ciertas
personas apropiadas que habían logrado salir airosas de una serie de pruebas.
Esta enseñanza se realizaba en el templo, bajo el nombre de misterios; el
sabio tomaba entonces el título de sacerdote o iniciado. La ciencia era otrora
secreta u oculta; de aquí el nombre de ciencia oculta, conferida por los
contemporáneos a la síntesis antigua.
Otra causa que explica la poca difusión de las
elevadas enseñanzas está representada por la falta de medios de transporte y
por las extensas rutas que era necesario recorrer para alcanzar los más
importantes centros iniciáticos.
Sin embargo cuando los iniciados presintieron que se
aproximaba el momento en el cual todos sus conocimientos quedarían definitivamente
perdidos para la humanidad, apelaron a todos los medios imaginables para
salvar a la síntesis de la destrucción que la amenazaba. Para ello se les
ofrecía tres medios principales:
1° Las sociedades secretas,
continuación directa de los misterios.
2° Los cultos, expresión
simbólica de las elevadas enseñanzas, para el vulgo.
3° Por último, los mismos
pueblos, transformados en inconscientes depositarios de la ciencia.
Veamos qué ha hecho cada grupo del depósito que le
fuera confiado.
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